miércoles, 28 de enero de 2009

龙门石窟 (long men shiku), Las Cuevas de Long Men.

Durante la semana que pasé en la provincia de 河南 (Henan) Nie y yo visitamos algunos lugares juntas.

龙门 Long men literalmente significa “ La puerta del dragón”. Este es el nombre dado a uno de los lugares que guarda parte de la herencia budista más grande existente en China.
A lo largo de las montañas Xiang Shan y Long Men Shan, separadas por el Río Yi, se encuentran esculpidos más de 2.345 nichos, 2.840 tablas inscriptas, 60 pagodas y 100.000 estatuas.
Originalmente, en India, las esculturas budistas realizadas en cuevas conmemoran a Sakyamuni, quien solía enseñar a sus estudiantes en cuevas.
Esta gran obra empezó a construirse en 493 durante la dinastía Wei del Norte. Los emperadores de las dinastías Sui y Tang la continuaron durante los siguientes 400 años.

Nie y yo caminamos horas. Recorrimos las dos riveras del río de punta a punta. Y nos llevó toda la tarde, porque si bien las cuevas se extienden a lo largo de 1 kilómetro, hay que subir y bajar escaleras constantemente para apreciar de cerca los detalles.

Dos cosas me llamaron mucho la atención desde un principio:
- hay muchas esculturas sin cabezas
- las explicaciones estaban en chino, inglés y francés. No es común ver explicaciones en francés por estos lados.

Me quedé pensando en esto.
Mi guía sobre China, publicada en China, dice con respecto a los daños: “ Desafortunadamente, la naturaleza humana es mucho más destructiva que la Madre Naturaleza y muchas de las estatuas han sido dañadas en los dos últimos siglos.” Ni una palabra más.
Y después de investigar un poquito encontré un poco más de información:
Durante la “Revolución Cultural China” (1966 /1976) la persecución no se limitó a intelectuales, profesores, artistas. Una de las órdenes de los líderes de la revolución fue acabar con los llamados “Cuatro antiguos” : los usos antiguos, las costumbres antiguas, la cultura antigua y el pensamiento antiguo, por ser considerados burgueses. Como consecuencia de ello, miles de obras de arte, libros, templos y edificios antiguos fueron total o parcialmente destruidos. Entre todos los lugares afectados se encontraron las Cuevas de Long Men. Los “guardias rojos”, fieles agentes de la revolución, se encargaron de decapitar a la mayor cantidad de estatuas posibles. Las cabezas fueron vendidas a los museos más importantes de Inglaterra y Francia, donde se encuentran actualmente.


(Aclaración: Las dos últimas fotos no son esculturas budistas. Soy yo, que del frío que hacía no me podía mover y me quedé dura como piedra!

1 comentario:

Juan Rizomante dijo...

Telita ¡impresionantes las fotos! La historia pesa, como siempre, tanto para mostrar una tendencia ancestral como para ver la huella de quienes supuestamente en pos de una "evolución", como se entiende a veces esa noción de re-evolución, suponen que para construir el futuro hay que destruir el pasado... se parecen a Sarmiento, ahora que lo pienso.
Muy interesante, loqui.

PD: ¡que linda que saliste, así petrificada!