viernes, 27 de febrero de 2009

Llueve en Tongling

Desde hace tres semanas. Sin parar. Todos los días. Por todos lados.
Y además hace frío. Y además en esta pequeña ciudad no hay mucho para hacer.
Tongling es aburrida y no tiene atracciones. No es una ciudad linda. Es gris.
Ahora, durante estas últimas semanas, bajo esta lluvia incesante, es aún más aburrida, más gris, más fea. Ahora además , me parece triste.
Pero no es la ciudad, yo lo sé, porque Tongling nunca antes me había parecido triste.
Es por la lluvia, lo sé. La lluvia que me robó las ganas de salir a caminar, de dar una vuelta por los mercados , de recorrer los cafés, de salir a tomar fotos.
La lluvia y el frío me recluyen en mi casa.
Desde mis ventanas solo veo los edificios del barrio. Edificios viejos, todos iguales. Esa repetición me parece ahora de lo más tenebrosa y no me gusta. No me gusta mirar por las ventanas de mi casa.
Pero es la lluvia. Yo sé que es la lluvia que me pone de este humor y me hace ver todo con una mirada oscura.
Quiero irme a otra ciudad para escaparme de este clima que me saca las ganas de moverme. Pero es inútil. Parece que toda la China está bajo esta lluvia, bajo esta nube que se estancó sobre el gigante . Y entonces pienso que quiero irme de China.
Pero es la lluvia. Yo sé que es la lluvia , que en realidad no quiero irme todavía.

Dicen que en diez días…
Vamos a ver.
Yo mientras tanto espero.

martes, 24 de febrero de 2009

El sueño de Nie Ling Zhi

Nie Ling fue la persona más cercana a mi desde que llegué.
Fue la persona que me acompañó miles de veces.
Fue la amiga que siempre me llamaba para ver si necesitaba algo.
Fue la persona con las que más risas y comidas compartí.
Fue la única con la que me animé a llorar y me permití enojarme.
Durante mis primeros 4 meses en Tongling ella vino a mi casa prácticamente todos los días. Dos veces por semana para enseñarme chino, dos o tres para estudiar su español, esa lengua que tanto le gusta. Y todas las veces estudiábamos, nos reíamos mucho, comíamos, y charlábamos muy abiertamente.

En diciembre tomó parte en el examen internacional de español. Nivel intermedio. Todavía esperamos los resultados.

La volví a ver en enero, cuando la visité en su casa en la provincia de Henan.
Estaba muy preocupada porque tenía que empezar a buscar trabajo. “No sé para qué estudié tanto. Hubiera sido lo mismo no estudiar. De todos modos encontrar un buen trabajo es imposible.” Me habló de sus padres, de que su hermano casi no trabaja, de que cuñada no aporta nada a la casa. Lloró conmigo un par de veces porque nunca la llamaron de esa empresa española.
Esto fue a fines de febrero, hace un mes más o menos.

Hoy me llamó desde su casa. Me dijo que no iba a poder venir a dar el último examen de la universidad. Me puse un poco triste. “Bajó los brazos”, pensé.
“Tengo una noticia muy linda para darte: ME VOY A ESPAÑA.”
“ ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?”
“Si ¿Te acordás de la entrevista en la empresa española? ME LLAMARON. Empiezo en dos días. Y si todo sigue bien en unos meses me voy a España.”

Yo saltaba de la alegría. La felicité. Le dije lo orgullosa que estaba de ella. Y que me había alegrado el día. Hablamos un rato largo. Como siempre, nos reímos a carcajadas. Tuve muchas ganas de abrazarla, de llevármela a cenar, de compartir una de esas tantas charlas frescas.

No sé si la voy a volver a ver y eso, tengo que confesarlo, me da un poco de tristeza. Este lugar no es lo mismo sin Nie Ling .
Pero lo importante es que ella se esforzó, luchó contra miles de obstáculos, los venció y ahora está camino a cumplir su sueño: visitar otros países.
“Voy a comer mucha comida española. En mis libros de español se dice que es riquísima.”

Si, Nie Ling, eso y mucho más. Vas a probar mucho más que comida española.

lunes, 23 de febrero de 2009

Pero…..entonces….el comunismo…..??

Fuimos a ver Diarios de Motocicletas con los estudiantes.
Se rieron mucho con la primera parte, con las interminables caídas de la “Poderosa”.
Yo me emocionaba cuando repetían a coro cada palabra que reconocían en español. Porque además de ser su profesora, ahora entiendo más que nunca lo que es construir una lengua, ir todos los días sumando un poquito. Por eso me reconocía en su felicidad y su orgullo cada vez que entendían el significado de palabras o frases cortas en español.
Más o menos a mitad de la película, Fuser y Alberto cruzan el desierto de Atacama caminando. Allí se encuentran con una pareja que está buscando trabajo porque fueron despedidos. La policía los busca por comunistas.
En esta parte del diálogo, los estudiantes empezaron a murmurar. Yo escuchaba: “ ¿Qué? ¿Por comunistas? No entiendo.” Y durante la siguiente escena se quedaron hablando de eso.

Al día siguiente en la clase comentamos la película. ME dijeron que les había gustado, que se habían reído y que habían aprendido un poco más sobre Latinoamérica.
Entonces les recordé esa escena. “ ¿ Por qué les pareció tan rara?” , les pregunté mostrándome de lo más inocente. Y me pidieron una explicación.

Hablamos de lo que significa “comunismo” fuera de China, de lo que pasaba durante los 60 y los 70, que “comunista” puede ser un partido entre otros, que durante mucho tiempo (tal vez incluso ahora) ser comunista estuvo muy mal visto por algunos sectores, por algunos países.

Ellos me miraban desorientados, sin entender, a pesar de que entendían. Me preguntaban ¿Por qué? ¿Por qué? ¿ Y por qué?

Todavía hoy pienso en esa charla. ¡Cómo me gustaría saber con qué idea se quedaron! ¡Cómo me gustaría saber qué entendieron!
Tal vez con lo que les conté siguen confirmando su idea de que los occidentales estamos todos mal de la cabeza, de que no sabemos vivir, de que no sabemos lo que es la libertad, etc, etc, etc.

domingo, 22 de febrero de 2009

jueves, 19 de febrero de 2009

ME quedé sin palabras

EL dolor no me había dejado dormir.
A la mañana siguiente la llamé a Jin Jin para pedirle ayuda.
Yo tenía la boca que parecía fuego. Pensé lo peor , por supuesto. Me van a sacar todos los dientes!
Jin Jin me acompañó al hospital.
LE pedí al dentista que me pusiera anestesia. Dijo que no era tan grave. Se lo pedí por favor. Accedió.
Después de unos 20 minutos dijo que había terminado, que teníamos que volver en dos días. Me preguntó cómo me sentía. Bien, le dije, mejor, ya no me duele.
Al cabo de dos días volvimos. Fui la primera. ME revisó cuidadosamente. Me puso un poco más de medicina. Asunto terminado. Dijo que tenía que volver en 4 días .

Alguien me dijo que la medicina en China es carísima. Conté lo que me había pasado. Mis amigos me dijeron que al final del tratamiento iba a tener que pagar 2000 RMB (700 pesos aproximadamente) más o menos, por arreglarme una caries!! Increíble.

El último día del tratamiento llegamos temprano (con los 2000 RMB). Me revisó otra vez. Curó todo lo que tenía que curar. Cerró todo y me preguntó si me sentía bien. “Acá esta mi námero de teléfono, si tiene alguna molestia me llama inmediatamente por favor,” le dijo a Jin Jin.
Después le preguntó mi nombre. Lo escribió. Abajo, unas palabras en chino, y después 800.
“ ¿800 qué?” le pregunté. “Dice el doctor que te va a cobrar 800 RMB , que solo tenes que pagar los materiales que usó, y no su trabajo. Dice el doctor que es su forma de darte la bienvenida a China.”

martes, 17 de febrero de 2009

De como me emociona el Correo argentino

Todo empezó la mañana en la que me desperté con un antojo de comer Jorgito, ese alfajor baratito que me gusta tanto.
Ese día escribí un email muy corto “Hoy me desperté con ganas de comer alfajores, Jorgito por favor”, decía mi mail.

Desde entonces, el Correo argentino se apareció 3 veces por Tongling, trayéndome yerba, café, cartas, dibujos y regalos de mis sobrinos, y los alfajores.

Pero el pibito se hizo rogar y llegó recién hoy a mi casa, en un paquete de 6, que no pienso compartir con nadie!
Esta vez, Raúl hizo las veces de Correo argentino y me trajo un paquete con muchos regalos de las propias manos de mi familia .

GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS.


lunes, 16 de febrero de 2009

La primera vez de Richard

Hoy llegó Richard.
Richard es de Inglaterra. Desde mañana va a enseñar inglés en Tongling Xueyuan.
Desembarcó en Tongling después de 1 día de viaje. Aquí lo esperaba una increíble cena llena de comida, de jefes ,de brindis, de baijiu, ese famoso licor.
Cuando llegó, fui la primera a la que saludó: “You are Stella, right?”
Como siempre, los jefes dispusieron donde se sentaría cada uno. Nos sentaron en lados opuestos de la mesa, así que no pudimos conversar.
Pero cada tanto, en medio de toda la locura que es una de estas cenas de bienvenida, Richard me echaba unas miradas que decían muy claramente “¿Qué es esto?”
Yo estaba ya mucho más relajada que aquella noche del 17 de Septiembre cuando me tocó estar en su lugar.
Esta noche, me la pasé haciendo chistes con mi amiga Jin Jin sobre la comida, hablando con las personas que estaban a mi alrededor, y comí muchísimo más que en aquella primera cena.
De vez en cuando lo miraba a Richard. “No te preocupes, en un rato te van a dejar dormir. No te preocupes, te sentís bastante perdido al principio, pero después pasa”, quería decirle.

No pude evitar acordarme de mi primer día, cuando yo, a pesar de haberme sentido tan feliz, ansiosa, estaba exhausta y lo único que quería era irme a dormir.
Me acordé de todos los brindis, de las risas, de que no entendía absolutamente nada.
Me acordé de mi disgusto cuando todavía, a las 9 de la noche había gente en mi casa haciendo quien sabe que cosa.
ME acordé de la primera noche, cuando no sabía donde poner mi cuerpo, cuando me encontré sola en el medio de esta casa extraña.
Me acordé de mi primera mañana en Tongling, cuando me vinieron a buscar y me llevaron como a una niña analfabeta para todos lados.
Me acordé de cómo lloré esa mañana, porque pensé que me había equivocado, cuando me preguntaba “ ¿Qué estoy haciendo acá?”

Todo eso pensaba hoy durante la cena interminable, en la que todos, menos Richard, nos reímos mucho.
Todo eso pensaba hoy, cuando íbamos en el auto hasta el nuevo hogar de Richard.
Todo eso pensaba hoy, cuando siendo las 21,30 todavía estábamos todos en su casa, controlando que todo estuviera bien, que no le faltara nada.

Le di a Richard mi número de teléfono. Me preguntó si podíamos cenar juntos mañana. “Tengo un millón de preguntas para hacerte”.
Yo encantada, le dije que sí, que por supuesto. Se lo dije pensando, que ese primer día en Tongling, hubiera dado cualquier cosa por encontrar a alguien a quien decirle “ ¿Cenamos juntos mañana? ¿Me podés explicar cómo es esto? “ ¿Me podés explicar todo? Desde que bajé del avión no entiendo nada!”

martes, 3 de febrero de 2009