ELLOS

Yuan Dan kuai le: Feliz año nuevo


Son dulces y simpáticos, alegres.
Tienen entre 17 y 20 años.
Son niños la mayor parte del tiempo..
Son atentos.
Son divertidos.
Les enseño y me enseñan.
Están orgullosos de su país.
Tienen un sentido del deber que se me hace muy difícil de entender.
Son competitivos.
No saben que hacer con el tiempo libre. Se aburren.
Se copian en cada evaluación. No todos, pero la mayoría.
Me reciben con cariño y calidez.
La vez que se me ocurrió mencionar que no había desayunado, me esperaron en el recreo con 煎 饼 (jing bing, un desayuno típico) y un vaso de leche.
Me llaman Stella. Nada de Miss Stella, nada de 老师 (laoshi, profesora). Me llaman Stella, como a mí me gusta.
En cada ocasión especial, fiesta, reunión, me invitan a pasarla con ellos.
Me gusta acompañarlos.
Me gusta reírme con ellos.
Ahora, me dicen “Hola, ¿cómo estás?” cuando nos cruzamos en los pasillos.
Su mayor anhelo no es aprender.
Su mayor anhelo es pasar los exámenes con las mejores notas, para luego conseguir un buen trabajo, para ganar más dinero.

Me gustan y los quiero por su calidez, por su dulzura, por su cariño y por todas las formas de bienvenida que me dan espontáneamente todos los días.

Son ellos:

OBSESIONES

Leí a Borges antes de dormir. “Siete Noches”, noche segunda, 'La pesadilla'. Al final de esta conferencia Borges relata la pesadilla que obsesionaba a Wordsworth. Y lo hace contando la vez que este escritor inglés soñó con el fin del mundo.

Su sueño fue así: estando en el desierto con un amigo percibió el advenimiento de una presencia tremenda, sin rostro, que acabaría con todas las artes y por consiguiente con toda la belleza expresada en ellas. Esto significaba, para Wordsworth, el fin del mundo. Porque según él, si no hay artes, no hay nada. Se despertó aterrorizado, con la convicción de que su sueño era un presagio, de que el próximo fin de siglo traería consigo el fin del mundo. Desde entonces, esa idea, esa convicción, fue para él, LA PESADILLA.

Esa noche me dormí pensando en Wordsworth. Y yo también soñé con el fin del mundo.
Mi sueño fue así: yo me despertaba en un lugar oscuro, que había sido arrasado por algo terrible, por algo desconocido que había dejado solo oscuridad y rastros de incendios. Y yo estaba sola . Recuerdo la oscuridad, la desolación, la incomprensión. Sin embargo no recuerdo haber sentido miedo. Y ahí estaba yo, en el medio de mis preguntas, cuando a lo lejos vi una hilera de gente acercándose. Eran varias personas, entre ellas, Ana y Miguel, mis hermanos. Venían caminando lentamente y Miguel llevaba el termo bajo el brazo. Cuando finalmente se acercaron, nos sentamos en círculo y empezamos la ronda de mate.
Estábamos solos en el medio de un mundo que había sido destruido, sin agua, sin verde, sin edificios, sin libros, sin música. Y a pesar de todo ese vacío exterior, nadie se preguntó por qué. Nadie quería saber las causas de la devastación. Nadie parecía preocuparse por el futuro.
Yo tenía solamente dos preocupaciones que quería compartir con ellos:
-¿Cómo están todos en casa? ¿Los viejos están bien?

Y la otra, mi nueva obsesión cotidiana:

- ¡No saben como me cuesta aprender chino, carajo!

Navidad estilo 铜陵 Tongling

Como pensé que esta Navidad la iba a pasar sola, no se me ocurrió comprar árbol navideño, ni nada para ambientar mi casa.
Pero resulta que el 24, después de asistir a una cena que organizó La Municipalidad de Tongling, a la que fui invitada especialmente, en mi casa me estaban esperando, no solo algunos amigos que había invitado, sino también un grupo de estudiantes que quiso celebrar la Navidad conmigo. Así que , sin esperarlo, mi casita se llenó de gente.

Y, bueno, tuve que improvisar un árbol.

La mesa navideña, con un estilo muy local, que en este caso quiere decir, muy china.

Mis amigos fueron llegando...
Y un poquito más tarde, llego un grupito de Mamas Noel


Papá Noel vino personalmente ...

Y me trajo algunos regalitos

Y ya que estaban, los de Correo Argentino , le enchufaron estas dos cajas a Santa

Y adentro de las cajitas había ...

Nadie entendía nada sobre el contenido de esas bolsitas exóticas.

Y aunque era la primera vez que mis amigos veían alfajores, los devoraron...pero claro a la manera china: