Muchas veces le conté a Nie Ling Zhi de algunas cosas que extraño. Más que nada, los abrazos al llegar, los besos porque sí , y todo junto cada vez que te vas. Más que nada me falta la forma de demostrar cariño y amor a la que me acostumbró el lugar donde nací. Los besos, los abrazos, las caricias, son en mi casa, la forma por medio de la cual decimos sin palabras.
Ella no me dice nada y piensa.
Y tal vez por eso hace dos días, en el medio de una tediosa clase de español, de repente se paró y me dijo: “Stella, ayer estaba pensando que tengo muchas ganas de darte un abrazo y un beso”.
Será por eso que ese día cuando se fue, me abrazó largamente y me regaló un beso muy cálido.
Desde entonces, cada vez que nos despedimos, recibo ese contacto que ella sabe necesario para mí.
Y yo entiendo este regalo como otra forma de bienvenida, otra forma de decirme: “Quiero que te sientas como en tu casa, quiero que no te falte nada.”
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2 comentarios:
Qué suerte! Antes pensaba que aveces tanto beso me abrumaba, algunas veces me sentía obligada a besar a las personas al saludarlas, ahora extraño tanto el contacto físico, el que al menos me toque el brazo... que nuestra distancia entre personas no sea un metro. Qué amiga tan sensible tienes.
si, es hermosa en todo sentido. y tengo mucha suerte de haberla encontrado aca, del otro lado del mundo. DE verdad pienso que mi soledad aca no es tal porque ella asta siempre rondando a mi alrededor
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