miércoles, 18 de marzo de 2009

Borracheras dignificantes

Me contrataron para darle un curso intensivo de español a un grupo de geólogos e ingenieros que se va a Argentina en una semana.
No me entusiasmó la propuesta. En general me enoja mucho esa idea de “Aprenda español (o cualquier idioma) en 10 lecciones.” Además me iban a poner una intérprete chino-inglés. Así que entre el chino y el inglés, poco espacio quedaba para el español. Querían el material con la traducción y con la correspondiente pronunciación en chino.
¿Me quieren decir para que me necesitan? Tienen a la intérprete, las pocas palabras que quieren saber con su traducción y la pronunciación ¿De qué la juego yo?
Con lo del material no les hice caso. Lo preparé como suelo hacerlo. ¿La pronunciación? Que la agreguen ellos: yo pronuncio, ellos repiten y toman sus notas. Como siempre.
Entre el jueves y el viernes preparé todo mi material: copias, mapas, juegos, réplicas de pesos argentinos.
El sábado me levanté temprano deseando que esos dos días se pasaran volando.
Llegué a la universidad. Los ingenieros y los geólogos estaban ya todos sentados. Los saludé en español, y como si la situación no hubiera sido lo suficientemente clara, la intérprete tradujo “ ‘Ni hao’ ‘Hola’ significa ‘Ni hao.’’’ No claro, la traducción era muy necesaria. Algunas personas tienen la costumbre de decir ‘Quiero una milanesa con papas fritas’ cuando entran a un lugar, pensé yo ya con mal humor.
Sin embargo, con el pasar de los minutos me fui relajando.
Me hicieron muchas preguntas relacionadas con las costumbres y la cultura argentina. Por supuesto, muchas relacionadas con la comida, con la seguridad. “ ¿Podemos llevar un arma?” “ ¿Hay muchos ataques terroristas” “ ¿Me pueden secuestrar?” “ ¿Como que no toman agua caliente?” “ ¿Por qué cenan a las 9 de la noche? Y cosas por el estilo.

Al final fue una experiencia divertida. Sentí que estaba frente a un grupo de niñitos, enseñándoles a decir hola/mi nombre es/soy chino/, enseñándoles a pronunciar nuestra imposible rr, enseñándoles a contar. Les enseñé a contar con los billetes: yo era la moza que les daba la cuenta. Les dejé bien claro lo de la propina. Algunos fueron muy generosos, otros, no me dejaron nada, argumentando: “Somos japoneses!” Nos reímos muchísimo.

Fueron dos días agotadores, divertidos, enriquecedores. Pero una vez terminado el curso pasó lo que me temía: Me invitaron a cenar. Fuimos a uno de los restaurantes más lindos en los que he estado en China. No podía creer que en Tongling hubiera un lugar así, tan lujoso, con una increíble vista de 天井湖(Tian Jing Hu), el lago de Tongling. Así y todo yo me veía venir una noche esas.
Llegamos a eso de las 5 de la tarde. Teníamos que esperar al jefe, que se hizo rogar hasta pasadas las 7. Durante esas dos horas, me sentía cansada, pensaba en las clases del día siguiente. El jefe finalmente llegó. Nos sentamos a la mesa, y brindamos. Inmediatamente después, dijo, “Lo siento, tengo otra reunión”. Y se fue. “Empezamos mal”, pensé.
Yo me esperaba una de esas cenas aburridísimas en las que hay que involucrarse en la locura del gambei (brindis) sí o sí.
La persona más importante del grupo se sentó junto a mí. Muy serio él. Y claro, en un momento la intérprete, como siempre, me empezó a decir qué hacer: “Vamos a ofrecerle un brindis al Sr. Blabla, que es la persona más importante del grupo" ( ¿cómo se dirá chupamedias en chino?).

Alguien dijo “carne” en español. Y de a poco empezaron a soltar las palabras que habían aprendido. Cuando brindábamos no decían, ‘gampei’, decían ‘Salud, salud, Gracias’ ¡Se acordaban de las palabras!
Entonces disfruté. Esta vez, como sí estaba contenta, como sí me gustaba la situación, y como sí quería decirles, ofreciéndole un brindis a cada uno, que me caían muy bien, que estaba contenta, mis brindis eran sinceros. Ofrecí muchos brindis.
Y el Señor importante, terminó siendo de lo más borrachín.
Terminamos de cenar.
Alguien del grupo: “Vamos al karaoke.”
La intérprete “No, yo tengo que trabajar mañana, lo siento. Stella también tiene que trabajar mañana, ¿no Stella?”
EL señor importante “Laoshi, vamos al karaoke! Es temprano”, me insistía arrastrando las sílabas.
Laoshi (o sea yo), “Eh, bueno, pero solo una hora.”

1 hora! ¡Qué ingenua!

Llegamos, seguimos tomando vino con Sprite (tal era el grado de borrachera que tenía). Me pidieron que cantara.
“No sé cantar en chino”, traté de escapar.
Ah, pero tenemos canciones en inglés.
Canté ‘Like a prayer’.
Y resultó ser que había un montón de canciones modernísimas en español. Y totalmente desvergonzada canté: ‘Bésame Mucho’, ‘Bailar pegados’, ‘Bamba bamba’. Total, estábamos todos borrachos y ellos no entendían ni una palabra de las letras.

Llegué a mi casa a las 24, con un pedal de aquellos, viéndome venir la resaca a la mañana siguiente, sin haber preparado mis clases, etc.
Pero feliz porque por primera vez había disfrutado la cuestión de los interminables gambei (los brindis). Las veces anteriores siempre lo TUVE QUE HACER, la mayoría de las veces con la intérprete tirándome letra ( cosa que me despierta una rebeldía absoluta). Pero esta vez, lo hice con total sinceridad, y lo disfruté.

Después de 6 meses al fin entendí toda esta cuestión del gambei.
Bueno a medias. Porque lo cierto es que uno SIEMPRE tiene que hacerlo, si quiere que los demás no piensen que es un incivilizado, o un descortés, o no es lo suficientemente amigable.
En cuanto a mí, lo seguiré haciendo cada vez que lo disfrute, como en esta ocasión. Me tiene sin cuidado lo que piensen.
Después de todo, soy una 外国人waiguo ren (extranjera), y eso me da algunas ventajitas de las cuales a veces me gusta aprovecharme.

8 comentarios:

Juan Rizomante dijo...

Noooooooooo ¡no manches, Telita! Se te fue el embole con el protocolo, que ya se estaba yendo al carajo... pero lo mejor es lo de las canciones... y seguro que no hay filmación de eso ¡carajo! Al final, te tuviste que dar la vuelta al mundo para sacar a relucir y concretar tus deseos de cantar... y delante de un público que ya estaba rendido a tus pies. Sin palabras... qué más se puede decir: Felicitaciones, linda.

Genín dijo...

jajajajajaja Menuda pea!
jajajaja ¡Que rico que convertiste una situación tediosa en una juerga!jajajaja
Eso, si, no te perdono que mezclaras el vino con el Sprite al no ser que fuera rematadamente malo.
Un post con la resaca del día después, plis!
Besos y salud

Stellita dijo...

lindo, que decis che, yo igual siempre una lady!!
Al final me diverti mucho! Quien lo hubiera pensado.
besos (donde te metiste?)
Genin: yo tampoco me perdono lo de la sprite, herejia!, y lo de la resaca del dia despues te lo debo, porque....no me acuerdo!!!!jajja
Besos

Nadia dijo...

qué glamour!!!! así que te contraten muchas veces para esas "aburridas clases" !

Anónimo dijo...

María Elena, sabía que nos la ibas a jugar!
Nos abandonaste por unos jefes chinos, el karaoke y el vino de arroz!
Nos vemos SOON!

PD:escribo anónima porque me da fiaca completar todo este formulario. fabiana.

Stellita dijo...

nadia, si la verdad que si me siguen contratando asi, voy a terminar en alcoholicos anonimos!

Si Marta, al final me re vendi!!!
y todo por un poco de baijiu!
Besos

Anónimo dijo...

hay bruji, como me hiciste reir en estas ultimas publicaciones.
disfrutamso mucho de estas lecturas. Bueno cuando vuelvas a Bs As, te reservamso un lugar en AA.
Besos Ana Maria y tooooooooooda la flia

Stellita dijo...

gracias ani
ya te estaba extranando. besos