lunes, 2 de marzo de 2009

¿Me estaré volviendo china?


De todo lo que no entiendo desde el principio, lo concerniente a las ideas de egoísmo, individualismo, amabilidad, es lo que más interés me despierta.

Muchas veces escuché decir que las personas de los países occidentales somos muy egoístas, individualistas. Yo la consideraba una afirmación exagerada y que se basaba en gran medida en la ignorancia. “Bueno, decía yo muy conciliadora, se trata de culturas diferentes, tenemos otra manera de relacionarnos entre nosotros, eso no significa que seamos egoístas.”

Una de las costumbres chinas con la que me familiaricé más rápidamente fue con el ritual que le sigue al fin de cada comida. Siempre hay un forcejeo y la gente pelea, grita, discute, para ver quien paga la cuenta. Siempre lo termina haciendo una sola persona. No existe eso de dividir la cuenta entre partes iguales, y muchísimo menos, dependiendo de lo que comió cada uno. No señor. Eso es completamente desconsiderado, egoísta, individualista, impolite, y no se hace, que va. Te lo enseñan de chiquito y lo aprendés.
Es como un juego, es como un ritual. En realidad, todos saben, más o menos de antemano quien va a ganar la pelea: aquel que la viene perdiendo desde hace mucho tiempo.
Y algo que me parecía incomprensible en un primer momento (“ ¿Por qué no dividimos la cuenta y ya?” “ ¿Por qué se pelean por la cuenta cada vez que salimos a comer?”) es ahora algo de lo más natural. Y el juego me gusta y me involucro en él como loca. Ya sé las reglas, ya sé que si la ves anterior no pagué, esta vez me va a tocar pelear hasta ganar, que si invité la otra vez, voy a tener que dejar ganar a mi compañero.

Ya casi no me acordaba de la cuestión dividir las cuentas.

Y por eso, la primera vez que fuimos a comer con Richard, me sentí extraña, incómoda.
Cuando trajeron la cuenta, yo saqué la billetera y pagué. Sin pelea
Cuando tomamos el taxi yo lo pagué y él no atinó a sacar su billetera.
Y cuando fuimos a cenar la segunda vez, él sacó su billetera y puso en la mesa la mitad del dinero de la cuenta.
¿Y qué pensé yo? ¿Qué pensé? “PERO QUE EGOÍSTA ESTE TIPO, ¡!!!!!COMO VA A PONER LA MITAD DE LA PLATA!!!!! ¡ESO NO SE HACE CHE!

¿ Tendré que empezar a preocuparme? ¿Será que voy a ir perdiendo poco a poco todas mis enseñanzas? ¿ O será que entre este ir y venir de una cultura a la otra al final me voy quedar sin mis propias ideas de amabilidad, egoísmo, etc. ?

¿O me estaré volviendo china tan pronto?
mmmmm……..

1 comentario:

Nadia dijo...

te toca portarte china con los chinos a tu amigo creo que cuéntale rápido esta historia!!!